El otro día oí hablar de ella. Decían que ahora siempre
viste de negro y ya no le importa ir bien maquillada. Que había vuelto a fumar,
y además suele llevar uno o dos vodkas de más. Dicen que suele ir a aquel bar
de la avenida que tiene tan mala fama, aunque también dice que allí fue donde la
dejó él. Dicen que desde entonces fue cuando nunca volvió a ser la misma; que
nunca vieron sufrir tanto a alguien por amor; que sigue tan rota que corta.
Muchos dicen que está loca. Pero loca por amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario