try again

Allí estaba él. Después de tanto tiempo, estaba conmigo. Sentados en el banco de siempre, poniéndonos al día de todo. Él me contó que había conocido una chica hacía tiempo, parecía que les iba bien. Cada vez que decía su nombre sonreía como un estúpido. Dijo que le cuidaba mucho, que aceptaba todas sus manías, que era tan distinta a él, que le complementaba. Yo escuchaba entusiasmada, me recordaba a la historia de amor de mi libro favorito. Entre sus historias y sus chistes malos, no podía parar de reírme, hasta que dijo: ''¿Y tú? ¿Qué has hecho todo este tiempo?''. En ese momento sentí que dejé de ser yo. Quería decirle que no hubo ni un solo día en el que no me acordé de él. Que ninguno me había llenado como él. Quería hablarle de él y del amor. Le quería decir que no hubo una sola noche en la que no me dormí llorando por el, que le echaba tanto de menos que sentía que una parte de mi se había ido. Quería decirle que estaba profundamente enamorada de él.