...y un día te das cuenta de que no eres tan independiente como pensabas, y es en ese momento en el que también te das cuenta que si el llora, tu lloras, si el cae, tu caes, si el sonríe, tu eres feliz. Y es en ese mismo instante en el que empiezas a pensar en pequeños detalles a los que nunca le habías prestado mayor importancia: el color de sus ojos, su pelo, como te mira, su olor, su risa, su voz, sus abrazos, sus besos... Y es ahí, es ese momento, en el que te das cuenta de que dependes de el, y ahora que el no esta, ya nada tiene sentido.
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